La selva es una nimiedad inmensa.
Tus ojos,
el objetivo del alma
a través del cual
contemplo,
contemplas,
¡atento!
reserva tu atencion para ese momento.
Canta la cancion al monumento
en movimiento
interno o externo,
críptico o llamativo,
prudiendose o gestandose...
Lo muerto y lo vivo,
compone y deshace
el color y la forma,
caprichos sin normas
que cumplan
las reglas
que unas pocas vidas
quisieron
hacer fijas....
Ilusos,
ilusas,
ingenuos sin musas.
En este reducto
se abren las esclusas.
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