Te vi al despertar
con una leve sonrisilla...
comí al regresar
y desperte interrogante
antes de hacer el cafe
el segundo de ese dia
tan radicalmente jodido
como familiarmente prohibido.
En la cama muy contento
en el suelo descompuesto
en tu cama me tocaste
en el suelo me sujetasteis.
La potencia y la impotencia
y los mismos buenos dias,
gracias a todos
y a todo
menos a mi
y mis olvidadizas canciones
y mis recuerdos traicioneros
y mi desidia en el encierro
de mi propia desmesura
de mi estupida cordura
del riesgo inoportuno
que corro
y camino
y salto
y lloro.
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