Ahora soy toda mi presencia, soy la armonia de las estrellas

Mátame rubia, con tus oníricas palabras
cuéntame cosas de un mejor tiempo pasado
en el campo, montaña o playa
y de como todo irá cambiando.
Mátame ese trocito de imaginación
que se desboca cuando te atiende,
marchandose a babia , la luna, la parra
de la mano contigo, sonriendo porque vienes.
Resucitame el lobo estepario
que anida en el fondo del alma
y se rie y me humilla al espejo
cuando ve que luego no hago nada
Solo imaginar y subirme
a la misma nube de siempre
la que me hace subir muy alto
pero luego al caer, tanto duele.

Mooney

No importa, alimentar el espíritu alimenta el alma, pero no la panza... los seres humanos que comen viven, los que piensan avanzan, en alguna dirección, pero avanzan . Leer y dar publicidad de una acción banal pero simbólica no cambiará nada. La sangre se paga con sangre, y ese no es el juego que te gustaría implantar. Quieres otro juego, pero para poner tus normas tendrás que estar ahí arriba, adelante, suerte en el camino... si llegas y lo cambias, harás historia, contarás con mi apoyo, puede que banal pero simbólico, yo sigo leyendo y dando publicidad a ese tipo de actos que hacen avanzar, pero no perderé más mi escasa felicidad y el tiempo de mi irregular vida en lo simbólico (cuando además cada uno interpreta a su gusto), en convencer a los que no razonan, en razonar con los que no se van a dejar convencer, para llegar a un mundo que desconozco pero anhelo, uno diferente, por bueno o malo que pueda ser, en el que a veces no me gusta estar, el imaginario e impredecible mundo del futuro que nos espera, o les espera. Y si A hierro mato, a hierro moriré. Ánimo al que elige la lucha como alimento del alma, no de la panza.

Para el concierto de Niebla

Cuesta, lo que sea cuesta. Un valor, y un precio.
Tiene que ser real para que venga a retarte,
tiene que ir mas allá, de que este bien o este mal.

Éste piensa: "¿Me molesta? ¿Soy mejor o un recio?"
Dirán que lo haces mal, que tienes que preocuparte;
o saber bien donde estás, por delante o al final.

Al final todo comienza. Si no has muerto ya por dentro
si el espíritu se templa, y de paso ejercito el cuerpo.
Respirar si estoy en Niebla, me trae calma y el suspiro
de la nube tóxica en la fábrica que oscurece su castillo.