Me gusta pensar ese tipo de cosas
que me dejan un margen de esperanza,
por muy rebuscada que parezca
la trama que tengo montada.
Asumo la complejidad de mi mundo,
de tu mundo, del mundo entero,
para que no la simplifiques
ni tú, ni nadie que quiera imponerse.
Todo pasa, todo cambia,
nada es para siempre.
No hay momentos reversibles
porque "ahora" solo hay uno,
porque "antes" no vuelve,
porque siempre es oportuno
decirte lo que pienso, lo que siento.
Y preguntarte mis dudas
y escuchar tus respuestas
y callarme y meditar
y volverme mas oscuro.